LA ORDEN DEL OLVIDO
La orden del olvido reconstruye uno de los episodios más violentos de la historia del arte boliviano: el secuestro y exilio de Diego Morales durante la dictadura de 1980. Sus obras, confiscadas por el régimen de García Meza, fueron convertidas en trofeos por los censores del pensamiento, pero hoy retornan como testigos del horror y la resistencia. Morales disecciona con precisión quirúrgica los males de la nación: la hipocresía, el autoritarismo y la falsa moral. Su pintura no busca la belleza decorativa, sino la verdad punzante. A cuarenta y cinco años de aquella noche de represión, esta exposición no se plantea como un homenaje, sino como una operación estética de memoria, un exorcismo contra el olvido y una radiografía del alma boliviana.