¡Dalí no ha llegado!
La llegada de grandes artistas de la historia universal a nuestro territorio debería ser un regocijo para todos. El ver sus trazos, sus colores, su universo imaginario, sus pulsiones y obsesiones es una ganancia, en todos los sentidos de la palabra. En el siglo XX, por ejemplo, tenemos la visita del artista nipón, Tsuguharu Foujita,…