EL MÉTODO DE LA OBLIGATORIEDAD Y SUS CONSECUENCIAS EN LA SOCIEDAD BOLIVIANA [1]
Después del magnánimo despliegue de fervor cívico y el incansable denuedo de ensalzar el espíritu patrio, llevado a cabo por estudiantes de todo el país. Este escrito quiere mostrar que los actos cívico y patrios, en vez de lograr el claro objetivo de acrecentar el amor a la patria chica; lo que verdaderamente genera es dosificar la actitud burocrática, autoritaria y antidemocrática.
Sabemos muy bien que el fuerte de la educación boliviana no es la dedicación al estudio o la valoración razonable y coherente sobre la patria chica y menos aún sobre las posturas que critican a ésta última. El fuerte es la anulación sistemática del que duda, la burocratización y la obligatoriedad jerárquica y vertical. Es así que los escolares – y en consecuencia los profesores –, siguen prejuicios de vieja data. Incrementado y cimentado por la política Estatal, que se expresa por medio de sus textos escolares.
Pero, allende, el aspecto relevante que analizamos son: los desfiles cívicos, que realizan los escolares, como principio autoritario y antidemocrático. Éstos, como sabemos, salen a manifestar su patriotismo con euforia, entusiasmo y dedicación, sin embargo la pregunta que nos debería surgir es: ¿Y para qué sirve tal demostración patriótica y cívica, si es obligatoria? Es de saberse que, toda esta demostración de “civismo” no es de libre elección de los escolares; sino, de forma obligatoria. Lo cual sobrepasa lo absurdo, porque, para demostrar tal civismo: primero se dedica un tiempo – tiempo irrecuperable –; y, segundo, la unidad educativa (a saber: estudiantes, plantel docente y administrativo) no apela a aspecto, por lo menos, razonables para desfilar; sino, se recurre al método de la obligatoriedad, compensando a los estudiantes con calificación y, a los docentes y administrativos con el no descuento de sus haberes. El resultado es una actitud de corte conductista, donde se premia al que cumple y se castiga al que disiente.
Entonces: ¿Qué se está construyendo y enseñando a los escolares bajo este principio imperativo? ¿Es posible que se genere una identificación patriótica y cívica con este método de castigo-premio? Este método que se aplica, muy eficientemente, ¿no está más bien reafirmando la correcta aplicación de cómo imponer la obligación y, en consecuencia, de cómo reprimir al discrepante? Sin embargo no es la obligatoriedad el fin; sino, el medio. El fin es eliminar el disenso, la postura crítica y la apertura al que piensa diferente o, sencillamente, ponga en duda algo establecido. Es por eso que, este método, poco a poco, construye y adoctrina a la sociedad. Tal caso lo podemos constatar con los diversos periodistas o investigadores que emitieron una voz divergente al gran desfile político de la actualidad y que, por una u otra razón, fueron reprimidas sus voces, invitándoles a guardar silencio y a retirarse.
Si este método lo podemos ver desde un desfile cívico hasta una movilización social, pasando por el voto electoral; en la estatalidad actual estos actos coercitivos se enfatizan mucho más y son mucho peor, ya que utilizan las fuerzas del orden. Por tanto, el Estado, como maestro mayor de toda la sociedad, manifiesta lo represivo como normal y lo obligatorio como norma, generando una sociedad que, poco a poco, empieza a odiar el disenso y a amar el silencio. Mas debemos recordar que no por mucho desfilar se es más patriota, como tampoco por mucho rezar se es más santo.
Creo, por tanto, que no es una casualidad que en todo lo que se haga, se pida, se reclame, se celebre o incluso se emita (elecciones electorales) en Bolivia sea de forma obligatoria; ya que, el método de la obligatoriedad está impreso en las capas más profundas de esta nación, pero es esto lo que se debe poner en cuestionamiento y, a su vez ser criticado duramente. Ello para tener una sociedad más libre, democrática y eficiente.
1 https://www.eldia.com.bo/index.php?cat=402&pla=3&id_articulo=206425 [publicado el 19 de agosto del 2016 en el periódico EL DÍA de Santa Cruz de la Sierra/ Bolivia]