Carlos Bedregal: la construcción de las identidades aymaras como un instrumento ideológico [Segunda crónica del opus]
Un nuevo opus, y la emoción por lo expuesto en la anterior tertulia aún corrían por mí memoria. Entonces, pensé que el hacer este tipo de reuniones cada dos miércoles de cada mes y de forma intercalada, resulta gratificante para aquel que busca algo más que el cotidiano y la rutina; pues, la ciudad sólo y únicamente se ha enfocado en la oferta indiscriminada del espectáculo. Sin embargo, el poder generar el otro lado de la hoja, llega a ser una navegación a contracorriente.
Pero, qué viaje más excitante es navegar en nuevas tierras. Qué licor más exquisito para los degustadores de ideas que un café-filosófico, donde se expone un tema y luego se lo conversa con la más pura libertad y el más profundo respeto.
La noche, del miércoles 27 de septiembre, se apoderaba lentamente de la ciudad de La Paz; susurrando, una vez más, lluvia. Mientras, en la Whiskería ya se sentía el ambiente cálido de familia. Ese ambiente que sólo se siente cuando algo va encaminado a buen puerto. Contábamos los minutos para que los tertulianos llegaran. Empero, la lluvia se les adelantó y rompió su silencio. La tertulia, por tanto, corría el riesgo de ser suspendida por este aspecto climatológico imprevisto.
Mas son estos momentos donde uno ve el lado estoico y el compromiso de las personas; pues el primero en llegar fue nuestro expositor Carlos Bedregal, luego Freddy Zarate, posteriormente, H. C. F. Mansilla y Alexis Prieto. Todos con un poco más de lluvia en la chaqueta que el anterior. Luego, ingresaban en diferentes momentos, por la puerta del rinconcito londinense, los degustadores de estos encuentros, como ser: Erika Rivera, Marcelo Columba y Jorge García.
Y con ese pequeño número, pero firme de personas comenzamos la segunda tertulia titulada: la identidad aymara como una construcción ideológica. El tema tratado por Carlos Bedregal fue expuesto de manera lucida, diáfana y parsimoniosa; tocando todos los puntos precisos de este problema que se focalizan en el aspecto de la construcción de la identidad-nacional, pero con tinte aymara.
Bedregal, con postura lacónica, pero ponzoñosa, criticó a los constructores de las identidades aymaras, que creen ser portavoces de una teoría pura y originaria, cuando en realidad es un idealismo con tintes étnicos y de cuño ideológico e ideologizante.
La pregunta que rondaba en la tertulia era: ¿por qué hay, entonces, la necesidad de construir una identidad o una nación, sea esta aymara u otras? La necesidad de construir cualquier tipo de identidad-nacional –planteó Bedregal– es, llanamente, para diferenciarnos, por un lado, y de llenar un vacío existencial-metafísico, por otro. Además, el ser humano no es nadie, pero quiere ser algo, llegando a ser muchos. Lo que nos caracteriza como especie, por tanto, es este vacío existencial-metafísico que queremos llenar. Y, en este momento, de la búsqueda por llenar el vacío, es donde nace todo tipo de construcciones ideológicas nacionalistas, ya sean estas aymaras o no.
Al mencionar estas palabras, nosotros no sólo degustábamos de unos bien elaborados aperitivos de la Whiskeria, sino también de las críticas que Bedregal hizo a la construcción de la identidad de cuño ideológico.
Estas –nos mencionaba Bedregal– surgen y resurgen en las problemáticas políticas dicotómicas, donde se crea una identidad en relación contraria con otra. Ello sucedió desde la prehistoria hasta nuestros días. Pero existe, realmente, estas identidades de características particulares. En la opinión de Bedregal, no. Porque lo único que existe es una necesidad de llenar un vacío. Es por eso que las personas construyen identidades que caracterizamos y particularizamos frente a lo distinto. Por tanto, la construcción de la identidad aymara no es la excepción al caso.
Los puntos desarrollados en la tertulia, seguramente, suscitaron preguntas que abarcaron muchas más vetas de análisis. Sin embargo, con esta segunda crónica, también quiero manifestar mis más cordiales agradecimientos a Carlos Bedregal por animarse a exponernos sus ideas, que esperamos con ansias se conviertan en un futuro libro.
No queda más que invitarlos el próximo miércoles 11 en la Whiskería del restaurante Humo en La Paz, que se encuentra en la calle Pinilla #580 en la zona de Sopocachi. Los esperaremos con una nueva temática que seguro será muy bien aprovechada, degustada y saboreada por todos ustedes.



